(Falsa) escasez digital
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Los productos digitales tienen una propiedad que los productos físicos no tienen: produciendo una sola unidad de ellos, pueden distribuirse infinitas copias sin pérdida de calidad y a un mismo coste. Esta posibilidad de distribuir infinitas copias puede resultar confusa en el mundo de la edición.
¿Dónde quedan las segundas, terceras ediciones?
En el mundo editorial, un gran argumento de peso a la hora de decidir si una obra es buena o no, es el hecho de que se haya agotado una edición del libro y se haya procedido a publicar una segunda edición. Así, los bestsellers cuentan con muchísimas ediciones. Y un libro publicado por una editorial independiente que llegue a una segunda edición, puede considerarse todo un éxito. ¿Qué pasa en el mundo de la edición digital? No hay segundas ediciones porque no puede agotarse ninguna edición.
Segunda versión
La versión 1.1 de 'Tusk' trae a los lectores una versión mejorada, adaptada al iPad 3 y con posibilidad de compartir por redes sociales
Podemos hablar, en cambio, de segundas versiones. Se pueden añadir características al libro, corregir erratas, mejorarlo o, simplemente, adaptarlo a nuevos dispositivos que van saliendo. Entonces podemos hablar de una segunda, tercera… versión. La motivación de hacer una segunda versión no es la de publicar una segunda edición del libro para los lectores que no han podido conseguir una copia del libro. La motivación de una segunda versión es otra, se trata de ofrecer a los lectores una versión mejorada. Se discontinúa la primera versión (edición) para dejar paso a una segunda versión (edición) más mejorada. Este cambio tiene que entenderse y tenerse en cuenta a la hora de publicar libros digitales.
El problema de la no escasez
Es sabido entre editores que tener entre la colección a libros agotados es una buena herramienta de márketing. Crear necesidad en los lectores y decirles “no, no puedes conseguir este libro, está agotado” es una de las herramientas de márketing que utilizan los editores. ¿Cómo se puede conseguir este mismo efecto en el mundo de la edición digital?, ¿Qué pasa si queremos que nuestros lectores sientan que “esta es la última oportunidad de conseguir este libro”?
La (falsa) escasez digital
Una de las soluciones es crear una falsa escasez digital. Se puede limitar la venta de un libro digital a X unidades. Pongamos 500 unidades. Cuando estas 500 unidades han sido compradas, el libro puede quitarse de la venta y categorizarlo como ‘libro agotado’. Es una parajoda y un sinsentido, pero en el fondo esta escasez digital es un guiño al hecho de la infinidad de copias que pueden distribuirse produciendo un solo libro electrónico. Y puede dar al lector esa sensación de estar poseyendo un ejemplar de un libro único, que poca gente tiene.
